viernes, 9 de septiembre de 2011


Protestas y más protestas...

Cada día que abro el periódico, web de noticias o consulto mis RSS me encuentro con alguna protesta en algún lugar de España. Ún día son los profesores, otro los conductores de ambulancias, al siguiente los profesionales de la sanidad, más tarde son los sindicatos mayoritarios... Siempre he admirado la sabiduría popular, así que "cuando el río suena, agua lleva". Algo está pasando en este país cuando tanta gente y de tantos ámbitos diferentes se quejan. El único denominador común es la sensación que alguien/algunos nos están tomando el pelo y que nos están haciendo pagar los platos rotos, unos platos que nosotros ni siquiera hemos tocado. Y lo peor de todo es que ese río que suena tanto no es oído ni por la inmensa mayoría de políticos ni por el 99,9% de los que realmente han roto esos platos. Junto con las noticias de hoy sobre mobilizaciones, encontramos otra con los patrimonios de los políticos. Y claro, uno ve su propio patrimonio (que consta de una hipoteca, un coche que aún no he pagado, y 3,65 euros en el banco...) y lo compara con alguno de estos políticos, de repente nos arde el estómago, nos mareamos y se nos suben los colores. ¿Cómo es posible que un señor/a que trabaja para y por nosotros no haga bien su trabajo y encima se esté llevando semejante pastizal? ¿Donde está la decendia, la honradez política? Que yo recuerde, un político tiene que tener sobretodo empatía con sus votantes. Y cobrar 200.000 euros al año más no sé cuantas casas y coches y yates cuando la gran mayoría hacemos malabarismos para llegar a fin de mes no es que sea empatizar mucho. Menos aún cuando me ofrecen un servicio sanitario peor, a mis hijos les tendré que enseñar yo, y me obligan a buscar un buen puente para poder dormir cuando me jubile a los 70 años. Así que no sé de que se extrañan cuando cada día hay más protestas y manifestaciones. No sé que ven de raro en que haya la desafección política que hay hoy en día. No entiendo que no entiendan que el pueblo lleve un nivel de mosqueo comparable a un defcon uno... Y lo peor, no me cabe en la cabeza que crean que esta situación social volverá a la normalidad... Ni de coña. Por que viven en un mundo alternativo, en una realidad paralela a la de cualquier ciudadano/a, y no saben ver más allá de su estrecho mundo. Es como en la novela de Kazuo Ishiguro Lo que queda del día, en donde los aristócratas, a propósito del sufragio universal, veian a sus sirvientes como una raza inferior, un submundo que tenia que estar supeditado al suyo, con lo cual no tenían ni la capacidad de autogobernarse. Por suerte, ese mundo está acabando, estamos presenciando el fin de esa cegera, del "todo para el pueblo pero sin el pueblo" (léase reforma constitucional exprés)... El jodido postmodernismo se acaba, señores y señoras, y quien no esté adaptado a ese cambio (o quien no quiera verlo), se quedará en el camino.

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